sábado, 27 de marzo de 2010

Fragmentos de la novela "LA CONDENA DE LA INOCENCIA", Enciso Altamirano

EL PRIMER GRITO SE OYÓ cuando todos estaban durmiendo. A la mañana siguiente los soldados encontraron el cuerpo de Don Arturo detrás de un montón de piedras y sobre pencas de tuna cerca de la comunidad Mata-pukio.
–¿Cómo sucedió? –preguntó el uniformado.
–Le secaron de su casa a la media noche –dijo uno de los testigos en un español poco entendible–, después, le hicieron cruzar el río, y por el camino de herradura le llevaron al cerro desde donde le hicieron gritar su nombre y su condición de número uno en la lista de los que debieran morir.
¿También hay una lista? –Volvió a preguntar
Los campesinos no contestaron. En tanto, los soldados se miraron consternados los unos con los otros. No hacía falta hacer averiguaciones para determinar los responsables de tal masacre. Sendero Luminoso finalmente había llegado a la región con el argumento de combatir la injusticia y la pobreza contra los campesinos, con métodos crueles y sanguinarios.
– ¿Quiénes eran, carajo? –volvió a preguntar el uniformado mirando al cadáver que estaba bastante deteriorado.
–No lo sé –contestó el hombre–. Estaban encapuchados –dijo en runa-simi.
– ¡Cómo que no sabes, mierda! –le dijo, y no bastó el grito, porque continuó indagando–. Y, ¿qué más viste, qué mas sabes, cholo?
–Le chicotearon al capataz hasta que se muera.
– ¿Qué más?
–Se lo llevaron a otros maq’tas a punta de balas.
– ¿A quienes?
Traspiraba el testigo de nervios. Era la primera vez que los campesinos estaban siendo sometidos a un interrogatorio a punta de balas.
– Manuelcha, Aquicha, Raulcha, también a la pasña …–Rasgó su cabeza al no recordar el nombre de la joven campesina –sutinmi, sutinmi...
– Sutinmi, sutinmi, ¿Qué quiere decir sutinmi? ¿Acaso se llamaba sutinmi?
–No, papay capetan… sutinmi quiere decir: su nombre es –así intervino el otro comunero–. Eso quiere dicir…
– ¿Y qué es pasña?
– mojir.
– Muy bien, ahora cállate. No metas más tu mote a otra boca –dijo el uniformado, luego continúo–. ¿Cómo se llama esa chola, esa campesina, esa pasña? ¿Cómo se llama?
–Sirilacha –dijo finalmente el hombre.
– ¿Quien es Sirilacha?
–Es pues, hija de don Melchor y mama Octavila. Ellos viven allá en la pampa
Apuntó con los dedos hacía el valle, hacia la casa cuyos techos eran de paja y colindaba con la casa hacienda y el río–. Allacito no más viven…
– Y, ¿qué– tiene que ver la chola, esa chola con estos episodios?
En verdad, el hombre no era conciente de cómo estaba haciéndose entender. Su castellano era demasiado escaso. Si acaso el idioma de intercambio fuese el runa-simi no lo pensaría, sabría medir sus palabras y utilizarlas para expresarse correctamente. Era inconsciente de la intención de sus palabras. Jamás imaginó que serían malinterpretadas.
–Ella, pues le odiaba bastante al patrón –contestó ante la pregunta del uniformado.
– ¿Por qué?, tu sabes cholo, tu sabes, ¿por qué?... Canta, cholo. Canta, carajo o te tiro una bala en la cabeza –le dijo apuntándole con la ametralladora a la frente.
–¡No! –Gritó el warma Allwirtu – ¡Ama wañuchiychu, papayta ama wañuchiychu!
–Q’asillala , warma. No llores, no le van a matar. Solamente le están preguntando –le dijo el otro campesino sujetándole de las manos.
El hombre tragó las pocas salivas que le quedaban en la boca y contestó al soldado con miedo de que las amenazas se hagan realidad.
–El patrón, pues ha abusado de la inocente –dijo finalmente. Sudaba torrentes de agua por todo el cuerpo a pesar de las fuertes correntadas de viento.
– ¿Cómo sabes eso?… ¡Ah! ¿Cómo sabes?
–Ella mismita nos hizo saber, llorando –le dijo–. Todititos en el pueblo conocen su desgracia. El patrón abusaba de la Sirilacha cada vez que quería.
– ¿Y esa tal Sirilacha tenía esposo, novio o amante?
–Sí, Sixtucha se llamaba.
–Y ese, ¿en donde vive?
–Era vecino de la pasña. La casa de calamina es donde vivía
–¿Acaso ha muerto?
–Nadie más lo ha visto, desapareció hace de ocho meses…
–¿Donde vivía? ¿Quiénes son sus familiares?
El campesino de nuevo indicó con las manos, en ésta oportunidad hacia el estanque–. La segunda casita, esa que es de calamina–le dijo.
Entonces sin mas evidencias por reunir concluyó el uniformado: “esa es la terruca y ese tal Sixtucha es el cabecilla”. Después anotó en un cuaderno el nombre de los presuntos responsables de la muerte de don Arturo.
Por un instante el uniformando no dijo nada. Miró al cadáver en el suelo y también a los campesinos que le rodeaban. No hacía falta pensar, un soldado simplemente se limita a obedecer y proceder la mecánica militar. La misión era encontrar a todos los responsables. La guerra con Sendero Luminoso estaba declarada desde hace mucho tiempo.
Según las conclusiones generales de los altos mandos militares, el grupo guerrillero contaba con el apoyo total del campesinado. Para ellos, los que visten usutas y ponchos eran cómplices de Sendero Luminosos. El oficial al mando, también tenía los mismos pensamientos.
El destino inmediato de estos campesinos era incierto. Santos por pecadores es la ley del militar ignorante. Más de un aldeano presentía el destino, muchos morirían, y algunos irían a la prisión acusados de Terroristas y de traición a la patria.
–Entonces fueron ustedes… lo mataron ustedes –dijo finalmente el uniformado y le pegó un culatazo en la mandíbula, y éste, cayó al suelo groseramente–. Ahora se las verán conmigo –concluyó.
Más al costado, en el tumulto de gente el niño comenzó a llorar desgarradamente al ver cómo su padre se retorcía en el suelo.
–¡No llores Allwirtucha! –dijo el hombre protegiéndole en su pecho como tratando de impedir a que viera el castigo.
Sin poder hacer nada para ayudar, los demás campesinos miraron con impotencia. No había nada por hacer. Frente a la violencia de las armas no hay Dios con valía que pueda inervenir. Mudos y absortos observaron desangrarse en el suelo.
–¡Ay! –se quejó, y dijo que no quería morir…
Cuando la ignorancia habla no hay razón que valga.
–“Ñuq’ayku mana imatapas ruwanikuchu” –. Dijo finalmente uno de los campesinos en runa-simi. No había otra manera, se tenía que decir algo, aunque sea en vano, pero los soldados tenían que saber sus pensamientos, tenían que entender que ellos no eran los responsables de la masacre a don Arturo.
– ¿Qué es lo que me dijo? –preguntó el uniformado al soldado raso.
–Dice mi teniente que no hicieron nada.
–Somos el pueblo –continuó hablando el campesino–. Así como vienen ustedes también vienen los otros, ¿qué podemos hacer? ¿Hacerles la pelea? Con la metralla apuntando todos son valientes y hacen lo que quieren.
–Cholo insolente –le contestó el capitán ni bien recibió la interpretación.
–Segurito volverán esos guerrilleros, y cuando lo hagan también nos matarán. Nos acusaran de soplones como ustedes nos acusan de ser parte de ellos. Nosotros no somos terroristas ni guardias; somos campesinos y vivimos trabajando nuestras tierras y criando nuestros animalitos… No somos terroristas y no queremos la guerra, solamente queremos vivir en paz.
–¡Traigan a eso cholo, pero tráiganlo, rápido!
Dos soldados le agarraron de los brazos y de un sacudón le pusieron frente al oficial
–Tú hablas mucho –le dijo al tiempo que le golpeaba con un manotazo en la cara–. Tú, debes de ser el cabecilla, o al menos uno de ellos como lo son esa tal Sirilacha y el Sixtucha...

1 comentario:

Amilcar Velez dijo...

Impresionante! sin duda me interesaría leer su libro. Espero que siga escribiendo. Me recordó mucho a Arguedas. Éxitos.

Poesía andina: Espíritu

Alejandro en Imágenes

éstas imagenes corresponden a mi actividades sociales y culurales realizadas en el años 2007.
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Pronombres del runa-simi

MODO AFIRMATIVO
singular
-Ñuq’a.. kani... yo soy
-Q’an... Kanki..tu eres
-Pay … kan … ella/el es
-Kay … kan … esto es (neutro)

plural
-Ñuq’ayku…Kaniku… Nosotros
-Q’ankuna…Kankichi..Ustedes
-Paykuna…. Kanku…. Ellos/ellas
-Kaykuna….Kkanku… Estos/tas

Importante:
* El pronombre ÑUQ’A termina en vocal, entonces se le agrega el sufijo YKU.
* Cuando los pronombres terminan en una consonante se le agrega el sufijo KUNA

MODO NEGATIVO
-Ñuq’a mana kani
-Q’an manan Kanki-chu
-Pay manan kan
-Kay manan kan-chu
-Ñuq’ayku manan Kaniku-chu
-Q’ankun manan Kankichi-chu
-Paykuna maman Kanku-chu
-Kaykuna manan Kanku-chu

Importante:
*Cuando el pronombre termina en consonante el modo negativo es MAMAN, MANA cuando termina en vocal, pero con algunas exepciones. Además al sustantivo se le agrega el sufijo CHU.

Algunos ejemplos
-q'an manan kanki-chu (tu no eres)
-q'an manan kanki q'elqaq-chu (no eres escritor)
-Ñuq’a kani ductur / q'ampiq runa
-ñuq'a manan kani q'ampiq-chu
-paykuna maman kanku ductur-kuna-chu

Manuel Macchiavello

Discurso en el Salon Dorado

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